
Al igual que tú, vecino, madrugo todas las mañanas para ir a trabajar para ganarme un sueldo con el que pagar las facturas de la luz, el agua, el teléfono, el seguro de mi vehículo, mis impuestos, la hipoteca, o el alquiler, y poder dar una vida a mis hijos (si es que el sueldo me permite tenerlos). También, si puedo, ahorrar para de vez en cuando viajar un poco. Sí, tú y yo, somos ese mismo tipo de gente, la mayoría que cada día se gana la vida con su trabajo: los trabajadores y trabajadoras.
Te escribo esta carta porque quiero pedirte que no te traiciones más, que ya es bastante con lo que cuesta buscarse la vida como que para encima, te pongas tú mismo la zancadilla. Porque al votar a la derecha solo haces que ayudar a quienes son todo lo contrario a ti. Sé que puedes tener miedo a los cambios, estar quemado con políticas del pasado, que pienses que dando apoyo a los que siempre han tenido el poder, los señoritos y empresarios, te irá mejor. Pero recuerda, querido vecino, que cuando ellos gobiernan, el primero que pierdes eres tú. ¿Crees que va a mirar por ti quien siempre está contra la sanidad y la educación pública? Siempre han recortado tus derechos laborales cuando han estado en el poder. ¿Por qué no van a hacerlo ahora? En su historial solo hay privatizaciones, corrupción o chiringuitos con los que se han llenado los bolsillos ellos y sus amigos sin dar un palo al agua.
Pero ya sabes, te intentan convencer con discursos que apelan al miedo a tus otros vecinos, solo hablan llenos de mentiras, conspiraciones, insultos… y te dicen que si no eres como ellos no eres un español de verdad. Puedes sentir los colores de la bandera, claro que sí, faltaría más, pero eso no va a resolver tus problemas del día a día. Sí, te ayudará tu conciencia de clase, el reconocerte con orgullo que eres un trabajador, el exigir cada día tus derechos. El entender que somos más los que cada día madrugamos para buscarnos la vida. Ya sabes que la unión hace la fuerza. No te dejes engañar tan fácilmente…
Juan Carlos Paños