Todos los escolares recibirán 200 euros para libros si en junio los devuelven en buen estado

El Consell anuncia una inversión de 100 millones a sufragar a partes iguales entre Generalitat, diputaciones y ayuntamientos

 

Educación lanza un plan para la gratuidad de los libros de texto

Todos los escolares recibirán 200 euros para libros si en junio los devuelven en buen estado

Cien millones de euros, divididos entre los 500.000 escolares que este nuevo curso que arranca la próxima semana estudiarán Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y FP Básica en la enseñanza pública y concertada de la Comunitat Valenciana, igual a 200 euros por alumno. Estos son los números del plan para la gratuidad de los libros de texto que la Generalitat va a implantareste mismo curso 2015-16 tal como adelantóLevante-EMV en exclusiva el domingo.

Los primeros 100 euros de esta ayuda universal que recibirá cada estudiante, independientemente del nivel de renta de su familia, se cobrarán antes de Navidad previa entrega de la factura de la compra en el ayuntamiento del municipio donde esté escolarizado el alumno. Para recibir los 100 euros restantes habrá que devolver a los colegios e institutos los manuales en buen estado al acabar el curso en junio, pues el objetivo es crear un banco de libros a reutilizar por los alumnos como se hace desde hace años en varias autonomías.

Tras dos cursos sin becas por los recortes del anterior Consell del PP, el presidente Ximo Puig anuncia a 10 días de empezar el curso una inversión de 100 millones de euros en ayudas para libros de texto con el fin de cumplir la promesa que tanto PSPV como Compromís hicieron durante la campaña electoral. Estos 100 millones los aportarán a partes iguales entre la Generalitat, las tres diputaciones y los ayuntamientos. Es decir, 33,33 millones por cada Administración. Este modelo de colaboración institucional no es nuevo, pues ya lo impuso el PP en 2013 en el Plan de Fomento de la Ocupación.

Puig: «Sumar sin partidismos»
Puig espera que las corporaciones provinciales y los consistorios secunden el plan, «pues lo que se trata es de sumar, de actuar sin mirar el color político, nada de partidismos». «No me cabe en la cabeza que un ayuntamiento o una diputación pueda negarse a que los niños tengan los libros de texto gratis», añade el jefe del Consell.

Todos los alumnos de la enseñanza obligatoria „Primaria, ESO y FP Básica„ tendrán derecho a la ayuda para libros de texto independientemente de su nivel de renta. Para cobrarla necesitarán la factura que justifique el gasto. «Guarde el tiquet de la compra en un lugar seguro porque antes de que acabe el primer trimestre del curso deberá ir al ayuntamiento en la fecha que indicaremos oportunamente para cobrar los primeros 100 euros», explicó el conseller de Educación, Vicent Marzà, dirigiéndose a los padres.

Las familias deberán solicitar la subvención en los consistorios de los municipios donde estén escolarizados sus hijos. Los ayuntamientos gestionarán el plan, por lo que antes de Navidad recibirán las aportaciones del Consell y las diputaciones con el fin de abonar los primeros 100 euros.

Para cobrar los otros 100 euros, los alumnos deberán devolver los libros en buen estado al acabar el curso, pues el objetivo del plan es que la comunidad educativa de cada centro docente cree su propio banco de libros, fomentando la cultura de la reutilización. Marzà relata que se trata de «hacer lo máximo con los recursos que tenemos». De ahí que la propuesta busque la complicidad de los padres. «Aquellas familias que se impliquen en el mantenimiento y el respeto de los libros, recibirán en junio cuando los entreguen al colegio la otra mitad de la ayuda», apunta.

La corresponsabilidad de las familias en la conservación de los manuales es la clave, pues Marzà advierte del esfuerzo que va hacer la Administración por garantizar la gratuidad de la enseñanza: «Estamos sacando petróleo de donde no hay». Por ello anuncia que aquellas familias que no entreguen los libros o los retornen en mal estado, «no tendrán libros gratis el curso siguiente». En autonomías con casi una década de bancos de libros, como Castilla-La Mancha, los padres para seguir recibiéndolos deben reemplazar por ejemplares nuevos aquellos que estén dañados o subrayados. Además, Educación también apela a la implicación de los docentes, para que no se escriba en los libros o se subraye con lapiceros que se puedan borrar.

La ayuda de 200 euros anunciada ayer, aunque casi duplica los 105 del Bonolibro universal que el Consell del PP suprimió en el curso 2012-13 o los 125 euros de la ayuda máxima de las becas que dejaron de darse en el curso 2013-14, no cubre la totalidad del coste de los manuales de ESO.