Viernes 26 de Noviembre de 2021 a las 7 de la tarde en el Castillo de Bétera

Nunca se explicará suficiente el círculo vicioso de la violencia de género. La vivencia de cada víctima es diferente, sin embargo, los procesos para victimizarla se repiten. Aún así, hay quien sigue intentando buscar explicaciones –cuando no justificarlo– al hecho de que una mujer sea maltratada por su pareja o ex pareja. 

Bienvenidas, pues, las historias que cuentan realidades, aun literaturizadas, si contribuyen a desterrar del imaginario colectivo esa revictimización, ese rancio “algo habrá hecho”, o el más actual “era un buen vecino, siempre saludaba” o, al menos, que dichas actitudes absurdas se vean ridiculizadas como corresponde a una sociedad un poco más civilizada, un poco más igualitaria.

Eso es más o menos lo que se puede encontrar en estas pàginas de Lágrimas negras que presentamos junto a su autor, Lute Pérez, en unas fechas de especial sensibilización hacia la erradicación de todas las violencias contra las mujeres, y que todos los años rodean el 25 de noviembre.

Poema de Lute Pérez

“Ya no más”

Cuando roban
los sueños a la vida
el cielo se encapota,
los mares
se desbordan de sal
se resquebrajan,
amarga
suma de lágrimas.

No cabe tanto dolor en la palabra.
Desbordan el silencio
las sonrisas truncadas,
los besos sin florecer
las promesas…
barriletes sin hilo
derivando en el viento.

Cuántas historias rotas,
peces sobre el asfalto.
Memorias
de mañanas con sol,
de vestidos de domingo y labiales rosa,
de zapatillas de baile y muñecas de trapo,
de corazones de San Valentín
y pasteles de cumpleaños.

“Porque tus ojos son cielo de la tarde”
“Porque tus manos son pájaros ansiosos”
“Porque tu pelo es río
y tus pasos…
huellas de luna sobre el césped”
Maria, Marta, Sole
Lety, Tere, Isa
Ana, Carmen
Sus nombres tapizando la ciudad con gritos
con margaritas pisoteadas
con poemas muertos
antes de extender las alas.
No podemos cerrar los ojos al terror
su laberinto podría devorarnos.
Para contener esta sombra que se cierne
sumemos nuestra voz a la palabra,
hagamos pactos de amor,
treguas de dudas,
que no falten rosas
ni versos,
ni canciones.
Seamos intolerantes al silencio,
para que
ni una más
sea despojada de abril,
del viento
y de la lluvia.

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