El Gobierno de Estados Unidos piensa ingresar dinero directamente en la cuenta bancaria de las familias para reactivar el consumo y paliar la crisis del covid19. ¿Se podría aplicar en la Unión Europea y en el Estado español?

YAGO ÁLVAREZ BARBA

@ECONOCABREADO

Ante la poca efectividad de unas herramientas económicas ya gastadas —bajar tipos de interés y compra de bonos públicos y privados por parte de los bancos centrales—, los gobiernos de las grandes potencias o la Comisión Europea (CE) tienen que empezar a tirar de otras. Una de ellas comienza a resonar en la Casa Blanca: el helicóptero del dinero.

La teoría es simple: ante la falta de consumo y la parálisis de la economía, en vez de comprar bonos o bajar tipos de interés —o en este caso, los dos a la vez—, se ingresa dinero directamente en las cuentas corrientes de la gente para que puedan usarlo a su placer y así revitalizar la economía mediante el incremento del consumo. Además, dicen sus defensores, es la mejor manera de que el dinero llegue realmente a la ciudadanía sin quedarse en manos del sector financiero o se gaste por el camino. Sus detractores liberales defienden que provocaría una enorme y descontrolada inflación. Los de izquierda, que el poder de gasto que le dan a la ciudadanía se lo quitan a los Estados.

TRUMP SACA A PASEAR EL HELICÓPTERO

Hace tan solo unos días, el 17 de marzo, el secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, anunció en una rueda de prensa junto al presidente que estaban barajando la medida de “enviar cheques a los americanos inmediatamente”. No se ha hecho esperar mucho. Ayer, la Reserva Federal Estadounidense (FED) anunció un nuevo paquete de medidas para sostener la economía por el cual inyectarán dos billones de dólares, el paquete de estímulos más grande en la historia de la potencia norteamericana. Entre las medidas, como préstamos a pequeñas empresas, Trump y los senadores de los dos bandos han anunciado que ingresarán 1.200 dólares a cada adulto y otros 500 por cada hijo a su cargo.

La Casa Blanca ingresará 1.200 dólares a cada adulto y otros 500 por cada hijo a su cargo para reactivar el consumo

Inyectar dinero directamente en las cuentas bancarias de las familias para reactivar la economía no es nada nuevo. El Banco de Japón, tras años con una economía estancada, lo planteó en 2016. En octubre de 2019, mucho antes de que el coronavirus apareciera, Mario Draghi, todavía al frente del Banco Central Europeo, también abrió la puerta a la inyección dinero a la ciudadanía europea. Pero en todos estos casos el helicóptero siempre se ha encontrado con la misma resistencia: la alarma por parte de los mercados de que esa medida descontrolaría la inflación y subirían los precios de todos los productos.

Pero la crisis del covid19 parece haber cambiado las reglas de todos los juegos y, llegados a este punto, el helicóptero del dinero parece que va a despegar para volar sobre los Estados Unidos. En Europa, mientras tanto, siguen confiando en las mismas herramientas o en el poco margen que le ofrecen unas que ya están desgastadas. Lagarde ha anunciado 750.000 millones de euros en compras de bonos de empresas y deuda pública de los Estados miembro en mercados secundarios —no directamente a los Estados, sino a bancos que se lo han comprado a los Estados y se quedan su margen como comisión—. Pero el BCE no ha bajado los tipos de interés porque no tiene mucho margen para ello, ya que están en mínimos históricos, y no han podido seguir tampoco la estela de la FED, que los ha bajado un 1%. Lo que vuelve a poner sobre la mesa si esta medida se podría y debería aplicar en Europa para paliar los efectos económicos negativos que estamos sufriendo y que empeorarán en las próximas semanas.

Coronavirus Europa

UN HELICÓPTERO SOBREVUELA EUROPA

La macroeconomista e investigadora predoctoral en la Universidad Libre de Bruselas Lidia Brun confiesa que no es una propuesta que le haya gustado mucho nunca, ya que “refuerza mucho la idea liberal de que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos”, además de crear desconfianza en el sector público. Algo en lo que coincide el economista y miembro de la cooperativa Ekona Sergi Cutillas, que explica a El Salto que cree que la legitimidad frente a la población debe ser del Gobierno. El economista y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid Eduardo Garzón es más claro todavía: “El helicóptero monetario lo crearon los que odian el Estado para sortear la única herramienta democrática que existe”. Además, Cutillas cree que es darle demasiado poder a los bancos centrales y que, “por salud democrática, el dinero lo tiene que gestionar el Gobierno”.

Como estímulo, y comparado con la compra de deuda por parte del BCE para financiar al Estado, Brun defiende que no es igual de efectivo, ya que parte del dinero que se transfiere directamente con el helicóptero a los ciudadanos se va a ahorrar. El economista y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid Eduardo Garzón también ve muchas lagunas en este método, pues opina que “todo lo que se hace con el helicóptero de dinero se puede hacer con la financiación monetaria y, además, de una forma mucho más democrática y potente”. Garzón se refiere a que los Estados emitan bonos públicos y que estos se compren directamente por los bancos centrales, “el banco central crea dinero para financiar algunos de los gastos que realizan los Estados”.

Según Brun, la propuesta de repartir dinero directamente a la ciudadanía está más diseñada para un ecosistema como el de EE UU más que para el de Europa, porque allí “la cobertura del Estado del bienestar es muy pequeña, y no hay instituciones que cubran las necesidades de ingresos de las personas”.

coronavirus draghi

CUANDO TODA HERRAMIENTA SE DESGASTA

Pero en tiempos de crisis extraordinarias como la actual, se necesitan medidas extraordinarias, aunque no sean las más apropiadas o las ideales. La economista Marta Luengo explica que “habría que ver los detalles, pero es claramente necesaria en los tiempos actuales”. Luengo sostiene que en condiciones normales no haría campaña por una opción así, pero “visto el lamentable espectáculo en el Eurogrupo, el helicóptero europeo sería buena idea”.

“Es una situación excepcional en la que el estímulo clásico a la economía que puede llevar a cabo el sector público no es operativo, al mismo tiempo que estás intentando reducir la actividad económica y confinar a la población en sus hogares”, argumenta Brun, por lo que cree que se necesita hacer “llegar dinero a la gente de manera rápida y sin pasar por el sistema productivo”. En Europa, matiza, si se hace sin emitir deuda pública, sería una forma de mutualizar el gasto pero sin que aumente asimétricamente la deuda pública que aumentaría los desequilibrios entre los Estados miembro. “Ahora mismo parece más viable políticamente que una Unión Fiscal”, sentencia.

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